En agosto, buscando un lugar diferente para celebrar una fecha especial, me encontré con la recomendación para comer sin gluten en el Tomate bistró.
Como siempre que hago una reserva, pregunté si efectivamente tendría alguna opción y, por supuesto, sobre la contaminación cruzada. Me respondieron que sí tendría dónde elegir y que, hasta la fecha, "nadie se les había puesto malo" (en referencia a la contaminación cruzada)
Una vez en el bistró, pude comprobar que mis opciones para cenar se veían muy reducidas al tener que eliminar platos con lactosa (salsas y quesos) y con cebolla.
Pedí las croquetas sin gluten y el carpaccio de pulpo, cangrejo de concha blanda y patata.
Como puedes ver en la imagen, tienen pan sin gluten, de buen sabor y textura. Al lado del pan, hay una copa de bienvenida con su famosa tortilla líquida. No la comí porque lleva cebolla caramelizada.
El plato de pulpo, muy recomendable.
Una vez más, me quedé sin opción de postre. Pregunté por una pieza de fruta de temporada o un yogur natural sin lactosa, pero nada, porque "todos los postres son caseros", me respondieron.
Esta es una cuestión más a añadir cuando realice las próximas reservas. Si me dicen que no tendré postre, llevaré algo de casa; creo que será un detalle que puede llevar a algún restaurante a plantearse tener una o dos cosas (aunque no sean "caseras") para ofrecer a sus clientes celiacos que no pueden tomar lácteos.
Nota respecto a las croquetas: o no me entendieron o no los entendí yo, el caso es que me sentaron mal las croquetas por lo que deduzco que estaban hechas con leche normal.
El Tomate bistró de Gijón está en la Calle San Antonio, nº 7, muy cerca del Ayuntamiento y el Puerto Deportivo.
Información, no publicidad.
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